La urgente necesidad mundial de reducir la emisión de gases de efecto invernadero por emisión de residuos de emisión de contaminantes, tiene a la humanidad buscando soluciones para generar energías renovables que constituyan una alternativa real a los combustibles fósiles. Pero buscar otros recursos energéticos requiere no sólo del desarrollo de nuevas tecnologías por parte de todas las empresas involucradas en el proceso, sino que también es necesario optar por una energía sostenible que sea competitiva económicamente y que posea cierta flexibilidad en su implantación. La energía eólica hoy día constituye la mejor opción.
Los esfuerzos por reducir contaminantes en España comenzaron a ser realidad hace más de una década, con el apoyo de la legislación de la UE y motivados por nuestra dependencia energética que ya alcanzaba al 80%. De todas las energías renovables, la energía eólica se ha convertido no sólo en una excelente opción contra el cambio climático sino que también es, tanto para el exportador de torres eólicas, como para quien implementa el sistema, un negocio que promete. España se ha convertido en un referente mundial, ubicándose entre los primeros países- cuarto lugar, tras China, Estados Unidos y Alemania- en implantar con éxito la fabricación, patentes y exportación de esta tecnología.
De acuerdo a datos proporcionados por el informe Impacto Macroeconómico del Sector Eólico, durante el período 2010 se evitó la emisión de más de 20 millones de toneladas de C02 con la implementación de los nuevos sistemas, lo que corresponde al 5.6% del total de emisiones del país, según corrobora el Ministerio de Medioambiente, Rural y Marino.
No es extraño entonces que ya, a finales del año 2010, la exportación de torres eólicas fabricadas por empresas como Windar Renovables, en Avilés, se viera incrementada hasta en un 50% debido a que el sector eólico de España ha alcanzado una imagen de madurez y efectividad que le permite un crecimiento sostenido, aún en período de crisis. Además, los porcentajes de reducción de dependencia energética han sido un modelo a seguir por otros países. Polonia, Bélgica, Rumania e Italia son los destinos frecuentes de la mencionada empresa que fabrica más de 500 torres al año y es una de las compañías más grandes del mundo en el rubro. Pero hay más. El mercado europeo se abre en espera de recursos que le permitan incrementar el uso de energías renovables y para ello un exportador no basta. ¿Estás en el sector? Entonces ya puedes comenzar a buscar el destino de tu próximo envío de torres eólicas.